jueves, 24 de enero de 2013

¡Mi Príncipe! // Capítulo 4 // Cita

Carola, por accidente, mientras llevaba un balde de agua ha mojado a Samael y lo ha dejado empapado por completo. Todos los presentes tiene una gran cara de asombro e incluso algunos empleados que pasaban por allí se quedan impávidos.



Morticia: (sale de su oficina con unos rulos en el cabello) ¿Pero dónde coños están los gargajos de sapo que pedí para mi cabello? ¡Es para hoy, no para mañana!



Carola (sorprendida): ¿Tía Morti?



Gaby: (baja del ascensor) ¿Pero qué es lo que está sucediendo aquí? ¿Qué es esto?

INT. / GABY MUSIC, OFICINA DE GABY / MINUTOS DESPUÉS

Samael, Elisa y Gaby se encuentran a solas en la oficina de esta última, en la que él cantante está enfurecido por lo que acaba de suceder.



Samael: (enojado pega un puño al escritorio) ¡Ya mismo cancelo el contrato con esta disquera! No permanezco ni un minuto más aquí.

Gaby: Samael, por favor cálmese. Podemos discutir como personas civilizadas.

Samael: ¿Cómo pretende que me calme doña Gaby? ¿Sabe cuánto cuesta esta ropa? ¡Era nueva!

Elisa: Perdón que me meta doña Gaby, pero como amiga de Samael tengo derecho a opinar. Él tiene toda la razón. Esa muchacha es una torpe, ¿cómo puede ser secretaria de la disquera?

Gaby: Señorita Elisa, créame que yo, más que nadie sé como es Carola. Sé que es una muchacha torpe, imprudente, de mal aspecto, pero a pesar de todo no deja de ser mi nieta.

Elisa (muy sorprendida): ¿Su... nieta? No puede ser.

Gaby: Sí, esa muchacha es mi nieta. Yo... le di trabajo como secretaria aquí en Gaby Music por que ahora está atravesando por unos problemas económicos muy graves y cuando sus padres murieron, ella quedó bajo mi cargo. Era mi responsabilidad ayudarla y por eso la contraté.

Elisa: ¿Es una broma doña Gaby? ¡Pero si no se parece en nada a usted!

Samael: (a Gaby) Cuando vi a su nieta ayer, no me cayó nada bien y antes de firmar el contrato, le pregunté que si ella tenía algún vínculo laboral con la disquera y usted me respondió que no. ¿Por qué me mintió? ¿Era por que temía a que yo no firmara el contrato?

Gaby: Yo en ningún momento le mentí Samael. Cuando le iba a contar la historia de mi nieta, también iba a decirle que la había contratado como secretaria por sus problemas, pero usted no me dejó hablar y me interrumpió.

Samael: ¿Me está culpando?

Gaby: No, claro que no. No es eso. Sólo digo que si me hubiera dejado hablar, hubiera podido decirle la verdad y ya en su decisión estaba firmar el contrato o no.

Samael: Pues ahora mismo, quiero cancelar ese contrato y buscar otra disquera que sí sea realmente seria.

Elisa: Doña Gaby, ¿me permite dejarme un momento a solas con Samael?

Gaby: Claro señorita Elisa. Con permiso (sale de la oficina y tras ella cierra la puerta).

Elisa: ¿Me permites darte mi opinión sobre esta situación Samael?

Samael: Aquí ya no hay nada más que opinar Elisa. Yo ya tengo muy claro que me voy de esta disquera, así tenga que pagar la multa por incumplimiento de clausura.

Elisa: Por favor Samael. Tú sabes muy bien que en esta ciudad no vas a encontrar una disquera igual a Gaby Music. Tienes que grabar tu próximo álbum aquí por la influencia que esta disquera tiene en lo medios de comunicación. Te conviene por la publicidad que le traería.

Samael: El problema no es la disquera. Es esa chica insoportable, parece una idiota, una retrasada mental. ¿Qué no lo ves? No pienso aguantármela por simple publicidad para mi álbum cuando sea lanzado.

Elisa: Sí, yo te entiendo, ¿pero no escuchaste la historia de esa muchacha? Es una pobre diabla. Doña Gaby en su deber de abuela la contrató por sus problemas económicos (se acerca a Samael y lo toma de las manos). Quédate, tan siquiera por mí, por nuestra amistad. Por favor Samael... No te vayas. No me dejes sola aquí, por favor...

Afuera de la oficina, en el piso principal de la disquera, Gaby se encuentra muy ansiosa, yendo de un lado para otro por la decisión que Samael puede tomar. A lo lejos, están reunidos Carola, Morticia y Esteban. Litzi los mira fulminantemente.



Morticia: (jalándole los cachetes a Carola) ¡Pero que grande estás mija! Sí la última vez que te vi parecías un insecto de lo chica que eras

Carola: (hablando con dificultad) Gracias tía Morti. También me alegra verte.

Esteban: (a Morticia) ¿Entonces usted es tía abuela de Carola? ¿Es hermana de doña Gaby?

Morticia: (sin soltar a Carola) ¿Qué si soy? ¡Pos claro mijo! Pero quítale eso de "abuela" y déjalo solamente en tía que me haces más vieja que la momia de Tutankamon.

Esteban: (riendo) Es usted muy simpática doña Morticia.

Morticia: A mucha diferencia de mi hermana que se le va a salir la cagalera con el desespero que tiene. Mírala no más.

Carola: ¡Tía Morti! ¡Todavía no me sueltas!

Morticia: (se da cuenta y la suelta) ¡Ay discúlpame mija! Es que me emocioné, no más, pero ya pasó. Disculpa.

Carola: No te preocupes tía (sonríe, mientras se soba las mejillas).

Morticia: (gritando) ¡Oye tú, coña! (a Gaby) ¡Ya deja de hacer guardia como soldado!

Gaby: (va enojada hacia Morticia) ¡Tú cállate! Eres la menos indicada para dirigirme la palabra. Para empezar, no entiendo que haces aquí en Gaby Music asustando a todos los empleados con tus locuras.

Litzi: Perdón que me meta doña Gaby, pero ella dijo que era socia legítima de esta disquera (dice irónicamente).

Morticia (enojada): ¡Tú no seas chismosa y anda hacer tu trabajo!

Gaby: Un momento Morticia, no tienes ningún derecho a regañar a mi secretaria. ¿Y cómo es eso de que te crees socia de esta disquera? ¿Acaso te has vuelto más loca de lo que ya estabas?

Morticia: Ni lo uno ni lo otro querida hermana (saca de sus senos un documento y lo muestra ante Gaby). Esta es una copia del contrato que tú misma firmaste anoche en el que me conviertes socia de esta disquera por una inversión muy jugosa de la herencia que nos dejó nuestro tatarabuelo. ¿No lo recuerdas Gaby?

Gaby: (arrebata el contrato y comienza a leerlo).

FLASH BACK
INT. / APARTAMENTO DE GABY, SALA / NOCHE


Morticia y Gaby se encuentran tomando vino, sentadas en el sofá, mientras ríen. Gaby, a diferencia de Morticia, está totalmente ebria.

Gaby: Yooooo soy Gaby y ésta es mi hermana del alma Morticia (la abraza). Te quiero Morti. Eres mi hermana preferida (bebe un poco de vino de la botella).

Morticia: (sonriendo pícaramente) ¿De verdad me quieres tanto?

Gaby: ¡Uh! ¡Pos claro como dices tú! Si eres mi única mi hermana ¿no? Lástima que nunca podamos compartir tanto. A veces me siento tan sola (empieza a llorar repentinamente y se apoya en el hombro de Morti).

Morticia: (incómoda) Sí, te entiendo, pero si me quieres tanto, ¿por qué no me lo demuestras?

Gaby: ¿Y cómo?

Morticia: Firmando esto (saca un documento de la manga de su vestido y se la entrega a Gaby).

Gaby: (mirándolo) ¿Y esto qué es? ¿Qué es lo que dice?

Morticia: Es un documento en el que constas tu aprecio y amor de hermana por mí. Sí lo firmas, me presumiré ante mis amigas del club de hechicería que tengo la mejor hermana del inframundo (sonríe maliciosa).

Gaby: ¡Ah, pues bueno! Voy a firmar para que les demuestres a tus amigas que tienes una súper hermana. ¿Tienes pluma?

Morticia: Sí, sí claro (saca una pluma de su bolsillo). Ten.

Gaby: (la recibe y firma el documento, mientras Morti sonríe satisfecha).

FIN DEL FLASH BACK

Gaby (enfurecida y ahorcando a Morticia): ¡Eres una zorra tramposa! ¿Pero cómo fuiste capaz de emborracharme para firmar ese documento? ¡Te voy a matar! ¡Juro que te voy a matar Morticia del demonio!

Todos (Carola, Esteban y Litzi) tratan de quitarle de encima a Morticia su enfurecida hermana Gaby.

Esteban: Doña Gaby, por favor cálmese. Está haciéndole daño a su hermana.

Litzi: ¡Santa pacha bendita! Él tiene razón doña Gaby. No queremos una muerta en la disquera.

Carola: Abuela, por favor suelta a la tía Morti. ¡La vas a matar por segunda vez! (logran apartar a Gaby de Morticia).

Gaby: ¡Bueno! ¡Ya suéltenme! ¡Y tú! (a Morticia) ¡Mira lo que hago con tu dichoso contrato! (rompe el documento en varios pedazos).

Morticia: (tosiendo) Al fin y al cabo no importa. Esa sólo era una copia. El contrato original lo tengo guardado en mi caja fuerte. ¡Y bruja tu abuela!

Esteban: Doña Gaby, ya no tiene caso. Así haya estado ebria mientras firmó el contrato, todo se hizo legalmente. Doña Morticia ahora es socia de Gaby Music.

Gaby (frustrada): ¡Ah! ¡Pues no me queda de otra! Pero todavía no he terminado. Contigo tengo que hablar muy seriamente Carola.

Carola (sorprendida): ¿Con... conmigo?

Gaby: ¿Hay otra Carola a la cuál deba reclamarle? ¡Es obvio que a ti! ¿Pero en qué estabas pensando muchacha? ¿Cómo fuiste capaz de mojar a Samael?

Carola: Abuela, fue algo intencional. Te lo juro. Yo no quería mojar a mi príncipe.

Gaby: (gritando) ¡Ya deja de soñar con príncipes y hadas que no existen Carola! ¡Por Dios! ¡Aterriza!

Litzi: (riendo irónicamente).

Gaby: Por tu culpa Samael quiere en estos momentos cancelar el contrato que firmó con Gaby Music, no le importa tener que pagar la sanción por incumplimiento. A toda costa quiere irse y por tu culpa. Cuando la señorita Elisa se enteró de que eras mi nieta, no pudo creerlo, ¿y sabes por qué? ¡Por que no lo pareces! ¡No pareces mi nieta Carola! Me aver... (Se detiene).

Carola: (sollozando) Dilo. ¿Por qué te detienes? ¿Te avergüenzo, no? Te avergüenzas de ser mi abuela.

Gaby: ¡Pues sí! Me avergüenza ser tu abuela. ¡Me avergüenza que seas mi nieta! Te he ayudado en los peores momentos y así es como me pagas: poniéndome en ridículo y causándome problemas. Si no hubiera sido por mí, cuando tus padres murieron te hubieras ido a un orfanato.

Carola: ¿Me lo estás echando en cara? (se le salen las lágrimas).

Gaby: Sólo te estoy diciendo que eres una desagradecida comportándote como te comportas. Quien te vea, pensará que nunca tuviste educación ni que vienes de una buena familia.

Carola: (gritando y llorando) ¿Y cómo quieres que me comporte con la frialdad que tuviste conmigo de niña?

Gaby: ¡No te permito que me alces la voz Carola!

Carola: ¿Y por qué? Tú me juzgas con toda libertad y no tienes en cuenta tus propios errores. ¿Cómo me reclamas por ser como soy sabiendo que tú eres la culpable? Siempre me dejabas sola por atender a tu disquera, no me dabas afecto, no me hacías sentir que estaba en una familia. ¡Me ignorabas en los momentos en los momentos en que más te necesitaba! ¡Tú eres la culpable de todo!

Gaby: ¡Ya cállate! (la abofetea e inmediatamente se lleva las manos a la boca arrepentida). Carola, Carola perdóname...

Pero Carola sale corriendo de allí, mientras llora e ignora a su abuela.

Litzi: (murmurando) ¡Eso era justo lo que se merecía esa!

Morticia: (pensando) Ummm (utiliza sus poderes psíquicos y escucha mentalmente lo que Litzi murmuró). ¡Creo que la se merece algo es otra! ¡Ya verás coña!

Gaby (arrepentida): ¡No! ¿Pero qué hice? No debí haberle pegado. Tengo que ir a hablar con ella.

Esteban: No se preocupe doña Gaby. Yo iré a hablar con Carola. A lo mejor ahora no quiere hablar con usted en este momento.

Esteban sale tras Carola y justo en ese momento, salen Samael y Elisa de la oficina de Gaby.



Elisa: Doña Gaby, ya hablé con Samael y creo que él ya tomó una decisión.

Gaby (extrañada): ¿Ah sí? ¿Y qué decisión tomó finalmente Samael? ¿Cancelará el contrato musical con Gaby Music?

Morticia: (pensando) ¡Uy! ¡Pero que hombre! (se refiere a Samael). No me había fijado bien antes, pero está para, mmm (se saborea). ¡Ese debe ser el príncipe al que se refería mi sobrina! ¡Ni tan mal gusto tiene! (sonríe pícaramente).

Samael: No Doña Gaby, no voy a cancelar el contrato con la disquera, sólo por que Elisa me convenció de no hacerlo. Pero con una condición, consígale otro empleo a su nieta lo más pronto posible. No la quiero aquí de secretaria.

Gaby: Pero...

Samael: (le interrumpe) Pero nada doña Gaby. Si quiere seguir ayudando a su nieta, consígale otro empleo, se lo acabo de decir. Es eso o ahora sí, no dudaré más en irme de su disquera.

INT. / GABY MUSIC, TERRAZA / DÍA

El viento está soplando con fuerza en la terraza de la disquera. Carola se encuentra allí, sentada en un banco pensativa. A lo lejos viene Esteban, caminando lentamente hacia ella. Cuando llega, se sienta al lado de Carola.



Esteban: ¿Podemos hablar?

Carola: Sí, claro (limpia sus ojos y mira tiernamente a Esteban). ¿Sobre qué?

Esteban: Sobre lo que acabó de pasar con tu abuela. Sé que fue dura contigo y te pegó, pero debes entender que se encontraba en un momento de desesperación. Para ella, el álbum musical que Samael grabará en su disquera es el negocio de su vida y piensa que por tu culpa lo va a perder.

Carola: ¿Acaso no es cierto? Por mi culpa, mi príncipe va a cancelar el contrato ese que firmó con mi abuela. Ella tiene razón. Siempre la meto en problemas y la avergüenzo con mi comportamiento, pero me juzga sin ver que la culpa la tiene ella, por la indiferencia que tuvo conmigo de niña, por que nunca estuvo conmigo para educarme.

Esteban: No pienses así Carola. Tal vez doña Gaby lo hizo de manera intencional. A lo mejor, hacerse cargo de ti cuando tus padres murieron fue algo muy repentino para ella y no ha sabido como quererte. Deberías entenderlo.

Carola: ¿Tú crees?

Esteban: ¡Claro! Y mira, ¿por qué mejor no haces algo para solucionar este problema? Algo para que evites que Samael deje la disquera.

Carola: ¿Pero qué? No se me ocurre nada.

Esteban: Discúlpate con Samael. Dile que no fue tu intención mojarlo. Si es posible, invítale a tomar un café.

Carola (emocionada): ¡Que buenísima idea! Pero... ¿Y si me pone como dado y no acepta ninguna invitación?

Esteban: (riendo) No te preocupes. Samael tiene su carácter, pero tampoco es un ogro. Tal vez debas insistirle un par de veces y ya verás como te acepta.

Carola: (se levanta del banco a la par con Esteban) ¡Pos entonces te voy a hacer caso! Le invito a tomar ese café y le pido disculpas, como dices. No sabes como te lo agradezco Esteban.

Esteban: ¿Acaso no somos amigos? Para eso estamos, para ayudarnos en las buenas y en las malas.

Carola: Tienes razón. ¡Choca esa!

Ambos chocan las manos e inmediatamente Carola abraza a Esteban y sin que se lo espere, lo besa en la mejilla.

Carola: Bueno, mejor no pierdo más tiempo y voy a hablar con mi príncipe. También debo hablar con mi abuela para pedirle a ella también disculpas. Nos vemos luego (se va corriendo).

Esteban (anonadado): ¿Me... me besó? (se toca la mejilla) ¡Carola me besó! ¡Por favor Esteban! ¡Reacciona! (se da palmadas suaves con cada mano en sus mejillas) No hay nada raro en ese beso, sólo fue algo en símbolo de amistad.

Esteban, en medio de un suspiro, también se va caminando de la terraza.

INT. / GABY MUSIC, PISO PRINCIPAL / DÍA

Litzi está en su puesto de trabajo, hablando por teléfono y con los pies sobre el escritorio.



Litzi (emocionada): ¿De verdad hay fiesta esta noche en casa de Meli? ¡No pienso faltar por nada del mundo!



Morticia: ¡Oye tú! (viene hacia Litzi)

Litzi: (bajando los pies del escritorio y hablando apresuradamente) Oye, ya debo colgar que ahí viene la vieja loca de mi jefa. Hablamos luego (cuelga).

Morticia (enojada): ¡Aquí se viene a trabajar y no a hablar por teléfono Mary!

Litzi (sorprendida): ¡No doña Morticia! ¿Cómo se le ocurre? Hablaba con una distribuidora y mi nombre no es Mary, es Litzi.¿Se le ofrece algo?

Morticia: ¡Yo a ti te llamo como se me dé la gana coña! Y sí, necesito que te quedes horas extras hoy para que hagas un trabajo.

Litzi: ¿¡Qué!? Doña Morticia, yo...

Morticia: ¿Tienes algún problema niña? ¡Ah, ya sé! Vas a ir a una fiesta de mala muerte, ¿no? Pero no te preocupes mijita, sí es así, ve tranquila a tu fiesta, pero ya te molestes en aparecerte nunca por esta disquera (pensando: ¡Así no veo tu horrible cara!).

Litzi: (pensando: ¡Maldita vieja! ¡Sacó las uñas la muy zorra!) No doña Morticia, ¿cómo cree? Sí tenía pensado ir a una fiesta esta noche, pero como yo soy una persona responsable, me voy a quedar esas horas extras trabajando.

Morticia: ¡Que bueno! ¡Me encanta trabajar con personas responsables! (pensando: Lo que me encantaría sería tomarte del pelo y arrastrarte por toda la disquera y luego meterte por un tubo).

Litzi: ¡En fin! ¿Y cuál es ese trabajo que debo hacer?

Morticia: ¡Es muy fácil mija! Lo que debes hacer es escanear todos estos documentos (pone una carpeta con el grosor similar al de una Biblia sobre el escritorio de Litzi).

Litzi: (con la boca abierta) Pe... Pero... ¿es esto una broma?

Morticia: ¡Ay, pos claro que no es ninguna broma! Y quiero el trabajo terminado para mañana. ¿Entendido? (se va riendo malévolamente). ¡Que buen papel de mala hago!

Litzi: (lloriqueando) No voy a terminar nunca de escanear tantos papeles, ni mucho menos voy a tener tiempo para ir a la fiesta. ¡Vieja loca! (con odio). ¡Esta se la cobro como sea!

INT. / GABY MUSIC, OFICINA DE GABY / DÍA

Gaby está sentada, con unos lentes puestos, mientras escribe algo en su computador portátil. En un momento dado, alguien toca la puerta de la oficina.



Gaby: Adelante.



Carola: (entra) Hola abuela. Eh... ¿puedo hablar contigo un momento?

Gaby: (se quita los lentes) Sí Carola, siéntate.

Carola: (cierra la puerta y se sienta).

Gaby: Y bueno, ¿qué es eso que querías hablar conmigo? ¿Es sobre lo que sucedió hace unos momentos?

Carola: Sí, es sobre eso. Venía para disculparme contigo por haberte gritado y por haber sido tan injusta contigo. Yo...

Gaby: (le interrumpe) Carola, no te preocupes por eso. No acepto tus disculpas por que no hay motivo para ellas. Fue mi culpa que te alteraras por mis palabras tan duras. La que debe pedirte disculpas soy yo, por que después de todo, tienes razón en lo que dijiste.

Carola: ¿A qué te refieres?

Gaby: Me refiero a que es mi culpa que seas como eres. Carola, yo... Cuando tus padres murieron, debo confesarte que no tomé muy a gusto la idea de tenerte bajo mi responsabilidad. No estaba lista y aunque pude haberme... "librado", por así decirlo de ti, dejándote en el orfanato, no lo hice por la memoria de mi hijo, porque a pesar de todo eras mi nieta y nunca pude conocerte más a fondo por el distanciamiento que hubo y ha habido entre nosotras. Por eso nuestra relación, en vez de parientes, parece más bien de dos personas conocidas y ahora... ahora sinceramente me habría gustado que las cosas hubieran sido diferentes (baja la cabeza).

Carola: (mirándola tiernamente, la toma de las manos) Abuela... Todavía no es tarde para que nuestra relación mejore (sonríe). Yo creo que en vez de perder más tiempo, debemos aprovechar cada momento y estar unidas. ¿Sabes? En este mismo momento voy a hacerte una promesa. Te prometo que voy a dar lo mejor de mí en mi trabajo.

Gaby: (tratando de decir algo) Carola...

Carola: Y también voy aprovechar al máximo esta oportunidad que me diste al poder trabajar aquí en Gaby Music. ¿Además sabes? Voy a enmendar el error que cometí esta mañana con mi príncipe, quiero decir, con Samael. Le voy a pedir disculpas por haberlo empapado y ya verás como poco a poco vas a empezar a sentirte orgullosa de mí.

Gaby: Pero Carola, debo...

Carola: (se levanta) ¡Ya no digas más! Mejor no pierdo más tiempo y no te lo hago perder a tíi Luego te cuento como me fue con Samael. Nos vemos (sale de la oficina corriendo emocionada).

Gaby (frustrada): ¡Dios mío! ¿Y ahora cómo voy a decirle que ya no puede trabajar más aquí? (suspira).

EXT. / GABY MUSIC / TARDE

A las afueras de Gaby Music, en el estacionamiento, se encuentran despidiéndose Samael, Esteban y Elisa, al lado del automóvil de esta última.



Elisa: (sonriendo) Bueno Samael. Mañana nos vemos. Espero que duermas bien.

Samael: Gracias Elisa. Igualmente. ¿Y dónde te estás hospedando?

Elisa: En un apartamento que mi papá tiene aquí en Bogotá hace algunos años. ¿Tú todavía te sigues quedando en el hotel?

Samael: Sí, aún no he tenido tiempo de mirar propiedades.

Elisa: ¿Y entonces para qué te sirve Esteban?

Esteban (sorprendido): ¿Perdón?

Elisa: Sí, digo. ¿No se supone que eres el mánager de Samael? Antes de viajar a cualquier parte, debes encargarte de supervisar su estadía. Es tu deber.

Samael: Esteban se encargó de reservar el hotel Elisa. Tampoco es que tenga mucho tiempo de encargarse de buscar un apartamento y más aún recién llegados.

Elisa: ¡En fin! Ya me voy entonces. Cuídate (lo besa en la mejilla). Adiós Esteban.

Esteban: Igualmente Elisa. Adiós.

Elisa sube su auto; posteriormente lo enciende y se va.

Esteban: (pensando: Mmm, ¿por qué Carola no llega? Ya Samael va a irse).

Samael: Bueno, vámonos ya, nosotros también. No quiero llegar muy tarde al hotel.

Y justo cuando Samael y Esteban se dirigen al auto del cantante, llega Carola corriendo por la salida de Gaby Music.



Carola: ¡Mi príncipe! ¡Mi príncipe! ¡Espera!

CONTINUARÁ...

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