lunes, 25 de marzo de 2013

¡Mi Príncipe! // Capítulo 7 // ¿Príncipe o sapo?

Samael acaba de confesar ante todos que Carola es su novia, algo que ni ella misma se esperaba.



Gaby (muy sorprendida): ¡Dios mío!

Morticia: ¡Me quedé viva! ¡Que alguien me sostenga que me desmayo! (casi se desmaya, pero Litzi corre a tenerla).

Litzi: ¡Ay, doña Morticia! Mantenga los ojos abiertos, por favor. Respire profundo.

Elisa (muy nerviosa): Tu novia, es... tu novia (se le salen las lágrimas, pero con enojo se las limpia).

Samael: Así es Elisa, tal y como te lo acabo de informar a ti y a todos. Carola es oficialmente mi novia.

Elisa: (rota de dolor) ¡Ya basta! ¡No me lo repitas más, por favor! Solo les digo que ojalá, les vaya muy bien en su relación (dice con ironía entre los dientes). Les deseo lo mejor tanto a ti como a... Carola...

Samael: Gracias Elisa.

Gaby: (se acerca a Elisa y le habla en voz baja) Señorita Elisa, la veo algo nerviosa. ¿Se encuentra bien?

Elisa: Si doña Gaby, gracias. Con permiso, me retiro a mi oficina.

Elisa sale corriendo a su oficina mientras llora. Gaby se queda viéndola con lástima, ya que sabía lo que ella sentía hacia Samael.

Litzi: (soltando Morticia) ¡Señorita Elisa! ¡Espéreme! (sale tras Elisa).

Morticia: (quejándose en el piso) ¡Me muero por segunda vez! ¡Aire!

Esteban: (hablando para sí mismo en voz baja) Samael y Carola son novios (decepcionado). ¿Pero cómo... puede ser posible?

Esteban se queda consternado frente a tal noticia, sin palabras.

INT. / GABY MUSIC, OFICINA DE ELISA / DÍA

Elisa entra a su oficina hecha un mar de lágrimas. Litzi entra tras ella muy preocupada.



Litzi: Señorita Elisa...

Elisa (histérica): ¡Zarrapastrosa inmunda! ¡Te odioooo!

Litzi (ofendida): ¿Me lo dice a mí señorita?

Elisa: ¡Estúpida, claro que no! Me refiero a Carola. ¡A esa imbécil! ¡La odio! ¡La odio con todas mis fuerzas!

Litzi: (aturdida por los gritos).

Elisa: ¡Tengo que hacer algo! ¡Tengo que hacer algo! No puedo permitir que me quite a Samael. ¿Pero cómo fue posible que él se fijara en una loca como esa en vez de fijarse en mí que estoy a su altura? ¿¡Cómo!?

Litzi: No lo sé señorita, pero lo pido que se calme. De otra manera no va a poder pensar más razonablemente. Recuerde lo que me dijo esta tarde, que en caso tal de que sí tuvieran un relación, usted haría lo imposible por separarlos, ¿no?

Elisa: (gritando como loca) ¡Cállateee! ¡Sal de mi oficina inmediatamente! ¡Quiero estar sola! ¡Sal!

Litzi: Por favor señorita. No la puedo dejar así. Mire nada más como está. Temo a que cometa una locura.

Elisa: (yéndose a Litzi y hablándole muy cerca) Si cometo una locura es mi problema. ¡No me digas lo que tengo que hacer! ¿Entendido imbécil? Ahora, fuera de aquí...

Litzi (nerviosa): S... sí señorita, discúlpeme (da la vuelta para retirarse).

Elisa: ¡Espera!

Litzi: (se devuelve) ¿Sí, señorita?

Elisa: Llama a doña Gaby y dile que venga inmediatamente a mi oficina. ¡Ahora!

Litzi (desconcertada): ¿A doña Gaby? ¿Para qué?

Elisa: ¿A ti que te importa lo que vaya hablar con ella?. Limítate a cumplir las órdenes que se te imponen. Ve a llamarla.

Litzi sale de la oficina de Elisa y se dirige a doña Gaby, quién está hablando con Samael respecto a su noviazgo con Carola. En vista de ello, Litzi no le interrumpe. Al fondo está Morticia, sentada en una silla y a su lado hay una secretaria dándole viento con un abanico.



Gaby (desconcertada): Samael, francamente me he quedado, muy... impresionada con esta noticia. No me lo esperaba.

Esteban: (interviene) Lo mismo digo yo. Me he quedado igual que doña Gaby. ¿No se supone que...?

Samael: (completando la frase) ¿Me caía mal? No Esteban, quiero decir, desde que conocí a Carola hace unos días, me gustó como chica por su personalidad, tan... extrovertida. Una cosa era lo que aparentaba a lo que sentía y me avergonzaba aceptarlo.

Gaby: ¿Pero entonces cómo empezaron esa relación? Carola... Tú no has dicho absolutamente nada...

Carola (muy sorprendida): Yo... yo no tengo nada que decir porque...

Samael: Porque ella tampoco lo sabía y al igual que ustedes, apenas viene a enterarse.

Gaby: ¿Cómo? La verdad no lo comprendo...



Litzi: (se acerca a Gaby) Doña Gaby, la señorita Elisa dice que quiere hablar con usted.

Gaby: Ya voy Litzi, muchas gracias. (A Samael) Ahora debo atender algo, pero si fuera posible, me gustaría que me terminaran de explicar todo esto después.

Samael: Claro que sí. No se preocupe.

Gaby va a la oficina de Elisa, mientras que Litzi a su puesto de trabajo. Samael aprieta más la mano de Carola.

Samael: Esteban, voy a salir a caminar con Carola y a lo mejor se nos hace de noche. ¿Te molestaría quedarte aquí en Gaby Music e irte solo al hotel?

Esteban: Eh... no, claro que no. No hay problema. Pueden salir juntos con toda tranquilidad (cabizbajo). Además debo mirar folletos de apartamentos, para que finalmente te mudes a uno y no te sigas quedando en el hotel.

Samael: Que buen amigo eres Esteban (le da una leve palmada en el hombro). Nos vemos esta noche.

Samael y Carola se suben al ascensor y Esteban se queda con un peso en el corazón, sin saber el por qué de ese sentimiento.

Dentro del ascensor, hay un gran silencio. Carola observa que Samael sonríe; ella como timidez voltea la cara sin saber que hacer y comienza a ponerse nerviosa.



Samael: (mirándola de reojo) ¿Te sucede algo?

Carola (ofendida): ¿Qué si me sucede algo? ¡Pos claro que me sucede algo! Te exijo que me digas ahora mismo por qué dijiste eso delante de todo el mundo, eso de que somos novios.

Samael: (riendo) ¿Acaso no es la verdad...?

Carola: ¿Se te fundieron las neuronas o qué? Tú sabes muy bien que no es verdad. Así mismo también quiero me expliques que fue el beso de esta mañana.

Samael: (la acorrala) ¿No te gustaría que lo repitiéramos otra vez?

Carola: (apartándose) ¡No! Ya te dije que quiero que me expliques todo de una vez. Te estás burlando de mí, ¿no? ¿Es eso?

Samael: ¿Qué te hace pensar que me estoy burlando de ti? Tú me gustas Carola y por lo visto, el sentimiento es recíproco.

Carola: ¿Y a ti qué te hace pensar que el sentimiento es recíproco como dices? ¡No eres más que un convencido!

Samael: Si yo no te gustara a ti, no me hubieras correspondido el beso esta mañana (ríe). Por favor Carola, deja el orgullo de un lado y acepta que no sólo te gusto, sino también que estás enamorada de mí.

Carola: (sonrojada) ¿De... de dónde sacas eso? ¡Ya déjalo! ¡Me haces sentir rara! (le da la espalda).

Samael: (susurrándole al oído) ¿Lo ves? Tu reacción no es más que la de una chica enamorada.

Carola (derritiéndose): ¡Ay Diosito! ¡Se me sube la temperatura! (se aparta de Samael).

En ese momento, el ascensor finalmente se abre en el parqueadero de la disquera. Carola sale con el paso acelerado, con la cara muy avergonzada. Samael sale tras ella.

Samael: ¡Carola! ¡No corras! Te estás comportando como una niña.

Carola: ¡Déjame en paz! Si me comporto como una niña es mi problema. Me voy a mi apartamento.

Samael: ¿Así tratas a tu novio? Se supone que tenemos una cita. ¿Me piensas dejar plantado?

Carola: No eres mi novio, no eres nada mío y por eso, no podemos tener ninguna cita.

Samael: (la alcanza y la toma del brazo) Déjame al menos invitarte a comer un helado o algo, pero no te comportes así conmigo. Mira que hieres mis sentimientos.

Carola: (con ironía) Já, Já, que chiste tan bueno. No sabía que tenías sentimientos Samael. ¡Y mira! No le veo gracia a este jueguito. Hasta que no me expliques que pretendes, no te molestes en dirigirme la palabra.

Samael: Está bien, está bien. Acéptame la invitación y te prometo explicarte todo, pero acéptame la invitación... ¡Es más! Tú eliges a donde vamos. ¿Qué dices?

Carola se queda mirando a Samael con una mirada fulminante y cruzada de brazos.

INT. / GABY MUSIC, OFICINA DE ELISA / DÍA

Gaby ingresa a la oficina de Elisa, la cuál se encuentra sentada, cruzando las piernas y tomando licor en una copa.



Gaby: Con permiso señorita Elisa. Litzi me dijo que quería hablar conmigo.

Elisa: Así es doña Gaby. Tome asiento por favor.

Gaby: (sentándose) Supongo que lo que quiere hablar conmigo es sobre lo que nos acabamos de enterar ¿no?

Elisa: (suspirando) Sí, es sobre eso. Usted más que nadie debe saber que esa noticia me cayó como un baldado de agua fría porque como usted también sabe, yo estoy enamorada de Samael hace varios años. Ahora me entero que por circunstancias de la vida, él y su nieta son novios (ríe). ¡Que cosas! ¿No cree?

Gaby: Tiene razón. La verdad yo me quedé muy impresionada. Fue algo que nunca me esperé sinceramente y créame que lo siento mucho por usted.

Elisa (enojada): Pues si lo siente tanto, tiene que ayudarme doña Gaby.

Gaby (sorprendida): ¿Ayudarla? ¿Qué quiere decir?

Elisa: (riendo con ironía) ¿No es más que obvio? Necesito su ayuda para que Samael y la zarrapastrosa de su nieta rompan ese absurdo noviazgo que tienen.

Gaby: Mire señorita Elisa, con todo respeto, yo entiendo que usted esté enamorada de Samael, pero por eso, no tiene que tratar a Carola con ese desprecio. Ella merece tanto respeto como usted.

Elisa: (riendo como loca) ¡Ay por favor! ¡Esa no merece ni mi desprecio! La conozco lo suficiente para saber que es una oportunista que se hace la mosquita muerta con todo el mundo. ¡Es una zorra!

Gaby: (levantándose ofendida) ¡Ya he escuchado suficiente! Carola será lo que sea, pero por eso no deja de ser mi nieta y no pienso consentirle que la insulte en frente mío. Ella no le ha hecho nada a usted.

Elisa: (levantándose también) ¡Me quitó a Samael! ¿Le parece poco?

Gaby: Carola no le ha quitado a Samael, porque usted y él simplemente no tienen nada más que una amistad de años. No entiendo qué viene a reclamar ahora, por favor.

Elisa: Pero si ella jamás hubiera aparecido, entonces ahora Samael seguiría estando soltero a la espera de mi conquista. Quiera o no, tiene que ayudarme a separarlos, usted tiene que obligar a su estúpida nieta a que se aparte de mi amado, tiene que mandarla lejos, muy lejos de aquí. Ese es su deber como abuela. ¡Tiene que hacerlo maldita sea!

Elisa está muy alterada, respirando agitada. Gaby con cierto susto, nota que Elisa no está del todo bien mentalmente.

EXT. / CASA DE LITZI / NOCHE

Litzi está llegando a su casa. Saca las llaves de su bolso, pero antes de abrir la puerta, suelta pensativa un suspiro.



Litzi: Me tengo que ir de esta casa. Tengo que alejarme del desgraciado de mi tío (dice con odio). ¿Pero cómo lo hago? ¿A dónde voy?

En ese momento, Fernando le habla desde le balcón de la casa.

Fernando: (gritando) ¿Qué haces ahí parada estúpida? Entra de una buena vez y hazme algo de comer que me muero del hambre.

Detrás, pasan dos vecinas que al escuchar todo se comienzan a murmurar cosas. Litzi voltea a mirar avergonzada y sin más opción, entra a la casa, con una inmensa ira dentro de sí misma.

INT. / CAFETERÍA AMOUR / NOCHE

Carola y Samael están tomando un café en una pequeña, pero fina cafetería. Por la gran ventana se puede observar como cae una torrencial lluvia. Carola bebe café en silencio, mientras Samael la mira cruzando las piernas.



Samael: (suspirando) ¿Piensas quedarte toda la noche callada?

Carola: ¿Por qué lo preguntas?

Samael: Haber, para empezar no has dicho nada desde que llegamos a esta cafetería.

Carola: ¿Sabes qué? Haber venido aquí fue un desperdicio de tiempo. No hay nada que explicar después de todo.

Samael: ¿A qué te refieres?

Carola: ¡No me refiero a nada! Es mejor que yo me vaya. ¡Me voy a perder mi telenovela!

Carola se levanta, toma su bolso y se apresura a salir del local.

Samael (extrañado): ¿Carola, por qué te vas? ¡Carola!

Pero, Samael inmediatamente también se levanta, saca unos billetes de su cartera, los tira sobre la mesa y sale tras Carola. Ella se recuesta en la entrada de la cafetería y mira al cielo.

Carola: ¡Awww! ¡Pero que mensa soy! Justo se me cumple el milagrito con mi príncipe, más sin embargo, no sé el por qué de esta inseguridad. ¿Qué me pasa?

Samael (preocupado): ¡Carola! ¿Por qué sales así tan de repente? ¡Me preocupé por ti!

Carola: (mirándolo solloza y emocionada) ¿De verdad te preocupaste por mí?

Samael (incómodo): Bueno, sí, sí lo hice. Es lógico ¿no? Eres mi novia y debo cuidarte como tal.

Carola: (llorando de emoción) ¡Esto es como un sueño hecho realidad! Pero no sé si debería, no sé si de verdad eres mi príncipe verdadero un sapo que sólo pretende burlarse de mí.

Samael: (riendo) Carola por favor. ¡Que cosas dices!

Carola: No, es la verdad y ya no quiero seguir con más rodeos. Primero, me besas sin mi consentimiento y luego, de repente soy tu novia sin haberme preguntado.

Samael: (tomándola delicadamente del rostro) Eso es porque me gustas Carola.

Carola: (bajándole las manos) Pero la diferencia es que tú... tú no me gustas. ¡Yo estoy enamorada de ti como una taruga desde que te vi!

Samael: ¿Y entonces cuál es el problema que tienes? ¿Por qué eres tan reservada conmigo?

Carola: Porque tengo miedo a que seas un "anti príncipe", como esos que enamoran a la protagonista para luego jugar con ella a su antojo.

Samael: ¿Y si te prometiera no ser un "anti príncipe" como dices? Si te prometo no burlarme de ti ni jugar contigo, ¿me darías la oportunidad?

Carola mira a Samael indecisa, sin saber que responderle ante su pregunta.

INT. / APARTAMENTO DE ELISA / NOCHE

Elisa está tomándose un baño en la tina, pensativa, mientras bebe en una copa licor.



Elisa: ¿En dónde podrá estar Samael en este momento?

Toma su celular que está sobre una mesita al lado de la tina y le marca a Samael, sin embargo, lo hace en vano, pues él no le contesta y se va a buzón.

Operadora: El número que intenta marcar está fuera de servicio o no existe, por favor...

Elisa cuelga con rabia y de repente, viene a su mente el recuerdo de Samael, confesando a todos que Carola es su novia.

FLASH BACK

Elisa (muy nerviosa): Tu novia, es... tu novia (se le salen las lágrimas, pero con enojo se las limpia).

Samael: Así es Elisa, tal y como te lo acabo de informar a ti y a todos. Carola es oficialmente mi novia.

FIN DEL FLASH BACK

Elisa: (con odio) ¡Maldita zarrapastrosa! ¡Te odio Carola Gómez! ¡Te odiooo! Pero ni creas que vas a quitarme a Samael. Te voy a hacer la vida imposible imbécil y te vas a arrepentir de haberte metido con él (empieza a reír como loca). Por lo visto doña Gaby no me piensa ayudar porque ahora se quiere quedar con el papel de abuela abnegada, así que voy a necesitar la ayuda de alguien más y ya creo saber quién lo puede hacer...

Elisa se queda sonriendo maliciosamente, planeando algo malo en contra de Carola.

INT. / CASA DE LITZI, COMEDOR / NOCHE

Litzi se encuentra sirviendo la mesa. Pone los platos con la comida y los cubiertos y cuando tiene todo listo, llama a su tío Fernando.



Litzi: ¡Tío! Ya la cena está servida. Ya puedes bajar.



Fernando: (bajando las escaleras) Ya era hora. Me estaba muriendo de hambre.

Litzi: (sentándose para comer) Pues no es por ofenderte, pero tú todos los días te estás muriendo del hambre.

Fernando (furioso): ¡No te burles de mí que no respondo!

Litzi: Discúlpame tío. ¿Por qué mejor no te sientas y comemos por una noche en paz?

Fernando se sienta y toma la cuchara para empezar a comer, pero empieza a mirar el plato con asco. Litzi no se percata de ello.

Fernando: ¿Qué se supone que es esto?

Litzi (extrañada): ¿A qué te refieres? Es tu comida ¿no?

Fernando: (levantándose) ¡Pues es una comida de porquería! (tira el plato contra el piso histérico).

Litzi: (levantándose asustada) ¿Pero por qué te pones así? ¿Qué es lo que tiene la comida?

Fernando: A parte de inútil eres ciega. El arroz está quemado y la carne está grasosa. Tu inutilidad cada día me pone peor el genio. ¡No sirves para nada! Ni para cocinar buena comida sirves.

Litzi: ¡Ya basta! ¡Ya cállate! Me tratas de inútil y el más inútil en esta casa eres tú. Si tanto te molesta que cocine mal, ¿por qué no lo haces tú?

Fernando: ¿Cómo es que me estás hablando estúpida?

Litzi: (retándolo) ¡Más estúpido tú maldito viejo! Ya estoy cansada, harta de ti. ¡Ya no te soporto más!

Fernando: ¡Cierra la boca!

Fernando, totalmente iracundo, abofetea a Litzi con todas sus fuerzas. Ella voltea el rostro y se ve claramente como sangra del labio superior, mientras llora.

Litzi: Esta es la última vez que me pones una mano encima, porque la próxima vez...

Fernando: ¿La próxima vez, qué? ¿Me matas? ¡Pues primero te mato yo a ti!

Él se abalanza sobre Litzi y comienza a ahorcarla contra la pared con mucha fuerza. Litzi trata de soltarse, pero es imposible y ve sobre una repisa un trofeo. Ella estira como puede el brazo derecho para tomar el objeto y una vez lo logra, golpea a su tío en la cabeza, lo cuál hace que caiga al piso totalmente inconsciente.

Litzi (aterrada soltando el trofeo): ¡Ah! ¡Lo maté! Lo maté, lo maté, Dios mío..., lo maté (llorando desconsolada). ¿Qué debo hacer, qué debo hacer?

Litzi sale corriendo de su casa en medio de la lluvia, desesperada.

INT. - EXT. / TAXI / NOCHE

Esteban va en un taxi, mirando pensativo por la ventana.



Esteban: (hablando mentalmente) No entiendo cómo Carola y Samael pueden... ser novios, pero lo que no entiendo es por qué me siento tan raro, como si estuviera decepcionado de algo, es como si me hubieran arrancado algo del corazón... ¿Será posible que... esté enamorado de Carola? ¡No, eso no! No puedo estar enamorado de ella... no..

Él se queda pensando en ello detenidamente.

CONTINUARÁ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario